Cuando hablamos del cuidado de plantas, la poda constituye una técnica fundamental a la hora de mantener y devolverle salud y vitalidad a esta. Si que es verdad que no todas las plantas necesitan podarse y es necesario evaluar si requiere o no la poda y cuándo.

Es importante tener en cuenta diversos factores a la hora de realizar una poda, como la planta en cuestión, el tipo de poda, la época del año y la frecuencia. Una poda mal hecha o realizada en el momento equivocado, puede llevar a la planta a estar abierta al ataque de plagas o a contraer enfermedades.

Tras haber evaluado lo anterior, para comenzar a realizar nuestra poda necesitaremos herramientas adecuadas para ello, lo más afiladas posibles y esterilizadas. La esterilización de las herramientas de poda es muy importante, ya que nos evitará dañar a la planta con posibles patógenos o plagas. También se recomienda realizar una esterilización constante, tanto al comenzar a podar como al terminar y entre podas de diferentes plantas, para evitar así contagiar a otra con alguna plaga que pudiera tener la anterior.

A continuación, explicaremos los diferentes tipos de poda que existen para que nos resulte mucho más sencillo saber qué poda realizar a nuestras plantas.

Poda de formación

Este tipo de poda se lleva a cabo en árboles y arbustos jóvenes, con el fin de crearles una forma concreta. Los trabajos de topiaria ayudan a que el árbol o arbusto en cuestión adquiera una forma mucho más frondosa y exuberante, logrando conseguir una copa mucho más amplia. Es aconsejable realizar esta poda desde los primeros años de vida de la planta, para que poco a poco vaya adquiriendo la forma deseada.

También se suele realizar en frutales, ya que nos ayudará a adaptar la planta para que posteriormente podamos coger sus frutos más fácilmente.

Poda de pinzamientos

Realizada principalmente sobre ramas tiernas con el fin de que la planta desarrolle nuevas ramas laterales y adquiera un aspecto más frondoso. El corte en este tipo de poda se suele realizar entre los últimos 5 y 10 cm de la rama.

La frecuencia de este tipo de poda variará en función del vigor de la planta, las plantas de crecimiento lento necesitarán tan sólo un pinzamiento anual, frente a las de crecimiento más rápido.

Poda de saneamiento

Esta poda, como su propio nombre indica, consiste en retirar hojas, ramas y tallos en mal estado, con el fin de que la planta no desperdicie energía y la distribuya a otras zonas de la planta que la requieran en mayor cantidad. Se realiza en todo tipo de especies y puede ser de manera continuada o una vez al año, depende del tipo de planta y su crecimiento.

Poda de rejuvenecimiento

Poda utilizada en plantas envejecidas, para aportarles de nuevo vitalidad. Consiste en retirar las ramas viejas, secas y entrecruzadas, para dejar que todos los recursos disponibles vayan a los nuevos brotes.

Poda de floración

Se realiza en plantas con un gran valor ornamental, que posean floración estacional o continuada. Este tipo de poda nos ayudará a conseguir flores de gran volumen y en mayor número. Según el tipo de arbusto, elegiremos una época u otra para realizar este tipo de poda ya que, si se realiza en un momento equivocado, podemos conseguir el efecto contrario, que la planta no produzca tanto volumen de flores.

Poda de fructificación

Consiste en realizar la poda de modo que se equilibren las yemas en flor con las yemas de madera, con el fin de multiplicar la calidad y el número de frutales del árbol.

Cada frutal es diferente, por lo que se realizará una poda determinada para cada uno de ellos.

Esperamos haberte ayudado con tus dudas sobre la poda. Puedes ver más post relacionados con el cuidado de tu jardín en nuestro blog.

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